lunes, 1 de septiembre de 2008

Paradoja


Este es un cartón de Paco Calderón que me llamo mucho la atención.

Por un lado tenemos a la pena de muerte, la condena de un delincuente por una falta muy grave, siendo calificada como un retroceso vengativo y bárbaro, y por el otro, el aborto, la muerte de un ser humano que no ha tenido ni siquiera oportunidad de vivir, siendo catalogado como un avance en los derechos civiles, que atiende un problema de salud pública. Ambas declaraciones de las autoridades del Distrito Federal.

Lo que Calderón da a entender es la incongruencia de nuestras autoridades en cuanto a un tema tan importante como lo es la vida humana.

En mi opinión Calderón no quiere decir que la vida de un criminal valga menos que la de otra persona o que la pena de muerte sea justa, sino que es paradójico que se haya rechazado la pena de muerte por los derechos humanos y que al mismo tiempo no sea penalizado el homicidio a una persona inocente que ni siquiera ha nacido.