viernes, 8 de febrero de 2008

¿Qué Pasó?

El título de esta entrada es exactamente lo que muchos se preguntaron. ¿Qué le pasó a la juvenil B?

Y la verdad es que es una pregunta difícil de responder ya que, a mi manera de pensar, sonarían como justificaciones, escusas... paros. Pero analizando el desempeño del equipo de una manera fría y objetiva, opino que no todos se "subieron al mismo barco" como diría el profe.

Existen muchas razones que influyeron en el fracaso (así es, fracaso) del equipo en la copa Fortaleza, pero no sería prudente redactarlas por questiones de respeto. Lo que sí expresaré es que en mi opinión, el factor clave fue la actitud de mis compañeros. Una actitud de desconfianza, irresponsabilidad, poco compromiso y sin convicción.

Quizás entendieron mal el mensaje que nos dieron de "no buscamos el primer lugar, no buscamos ganar...Lo único que buscamos es formarnos". Es primer año que nos dicen algo así y es primer año que no regreso con una medalla. Honestamente creo que la motivación y planteamiento de objetivos falló, pues muchos estaban derrotados desde antes de salir a Guadalajara.

Errores como los que se cometieron se pueden hacer aqui en el torneo local, pero no en la Copa. Pareciera que una Copa Fortaleza se juega todos los días y nos podemos dar el lujo de entregar la pelota, fallar a marco abierto o regalar un gol. Salvo 3 o 4 compañeros, no todos estaban en el mismo barco.

En mi caso, estoy consciente que también tuve errores pero en ningún partido dejé pelear por un balón. Al ver que los jugadores, que uno tenía de ejemplo y eran considerados clave, tiraban la toalla, lo primero que pasa por tu cabeza es: "¿para qué sigo si nadie más se está esforzando?" Y es en esos momento cuando agradezco a Dios las conversaciones con mi papá que me decía que siguiera adelante sin importar como hagan su trabajo los demás; tú esmerate por hacer bien lo que debes hacer.

Muchos no estarán de acuerdo conmigo, y no tienen porqué estarlo. Sólo les recuerdo que es mi muy particular punto de vista.

Para mí es muy difícil perder de la manera que en perdimos en la copa Fortaleza. Teníamos todo para estar por lo menos en las finales: un hotel padrísimo, muy buena comida, canchas increíbles y balones buenos. Sin embargo, ahora viendo las cosas mucho más calmado que hace una semana, puedo decir que esta experiencia no me gustó nada, pero me hizo aprender.

Adradezco a mis compañeros, escuela y familia por hacer el esfuerzo para que yo puediera ir a la Copa. En verdad muchas gracias.

Nuevo Capellán

"Me voy pero mi corazón se queda aquí...en el Starmédica."
Con esa broma el padre Gonzalo Garay concluyó su última misa como capellán del Encino. El padre Gonzálo fue un gran sacerdote que siempre estuvo ahí para darnos un buen jalón de orejas. Se relacionaba muy bien con los alumnos de la prepa y sin duda que es un padre muy querido por todos nosotros.
Le deseamos la mejor de las suertes ahora en Hermosillo, su nuevo hogar. Y que Dios le dé de su gracia para que siga adelante acercando gente a la salvación.
Y ahora le damos la bienvenida al padre Alejandro, (por favor discúlpenme si ese no es su nombre, estoy casi seguro que se llama Alejandro) y esperemos que encuentre en el Encino más que un colegio, sino una familia.